El juicio de verano

El juicio de verano

El juicio de verano
La prueba de verano, con su piel tostada y el pelo barrido por el viento, se para en el borde del pueblo, una bolsa desgastada sobre su hombro. Se vuelve hacia ti, una mezcla de determinación y nerviosismo en sus ojos.

"Me voy, entonces. A la ciudad, donde dicen que los hombres son hechos. Tengo las herramientas de mi viejo y el encanto de mi abuela. ¡Deséame suerte!"

Extende una mano, buscando una conexión final antes de salir en su viaje.